Dios no fracasa

sábado, 20 de marzo de 2010

Excelencia en las relaciones amorosas.

Compartir la vida con alguien en particular es el deseo y propósito más elevado del alma.
Comprometerse en fidelidad y respeto con una sola persona, un acto de grandeza.
Poder mantener la palabra
Poder hacer lo que dijimos que haríamos
Poder apoyar emocionalmente a las personas que más nos importan
Poder vivir de acuerdo con lo que es correcto y justo
Poder sentir, decir y actuar con el corazón abierto

Unicamente con el corazón abierto somos capaces de cumplir con el propósito más elevado del alma: Amar, el mayor de todos los poderes.



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